Anteriores o contemporaneas a la difusión de la imprenta, estas historias llevan las marcas de la oralidad que les dio origen, pero tambien aquellas que muestran la progresiva conformación de los generos literarios modernos. Monjes, caballeros, plebeyos y doncellas: las llamas del pecado amenazan con consumir a los que ignoren los buenos consejos de estas fabulas. Mucho mas que su moraleja, tienen tambien el condimento del humor y la picardía de anecdotas y chistes con remates sorprendentes que demuestran que la risa era, ya desde entonces, el mejor antídoto para aquellos que pretenden mostrarse mas rectos, sabios y santos de lo que en verdad son.