1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?
Una chalina de seda natural que heredó mi abuela (ella nació en 1902, bajo el Imperio Austrohúngaro como siempre decía) así que es una prenda de más de un siglo, que sobrevivió a guerras y mudanzas transatlánticas. Y libros de 1800 y pico tengo unos cuantos ejemplares, como las Obras Completas de J.B. Alberdi, publicadas en 1886, y la colección de la Revista del Río de la Plata, de 1871.
2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?
El Dios de las Pequeñas cosas, de Arundhati Roy. Había pasajes de una belleza tan extraordinaria que tenía que parar y respirar hondo para seguir leyendo, lo mismo que con Nunca me abandones, de Kazuo Ishiguro. Ambos tan bien escritos, sutiles, profundos, conmovedores. Y más recientemente, la novela Patria, de Fernando Aramburu. Esos libros que terminás de leer y pasan días y semanas y mese o años y seguís pensando en ellos
3. ¿Lo mejor y lo peor que te dio la literatura?
Lo mejor: el conocimiento de que es una de las mayores felicidades que me puedo proporcionar a mí misma, tanto al leerla como al escribirla.
Lo peor: no hay peor. La literatura no se mancha, como decía el Diego.
4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?
Supongo que mi novela Las olas del mundo, porque tenía muchos ejemplares en casa.
5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?
Depende del ánimo, a veces se parece a Anarchy in the UK, de los Sex Pistols y a veces al tema Sarygrarlar de los mongoles Huun Huur Tu. Y hay escasos momentos de epifanía en los suena el Himno a la Alegría, de la Novena Sinfonía de Beethoven.
6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?
El color dorado casi blanco del pelo de mi hija al nacer, en contraste con la pielcita aduraznada, el azul de los ojos de mi hijo menor, que veo a diario.
7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?
Con Marcel Proust. Aunque sea sentarme en silencio a verlo escribir creo que me bastaría.
8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron
Muchos. De los que más lamento: La Conjura de los Necios, de Kennedy Toole.
9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?
Este año me mudé y por primera vez ordené una de las bibliotecas de la casa con ayuda de una amiga holandesa que la tenía muy clara -ella es muy práctica y resolutiva-: quedaron divididos en autores/as hispanoamericanos/as y autores/as extranjeros que no escriben en español, y todo eso en orden alfabético por la inicial del apellido. Facilísimo para encontrar lo que querés en un segundo.
Libros que recomiendo leer y tengo en la biblioteca:
Los mencionados arriba (El Dios de las Pequeñas Cosas, de Roy, Nunca me abandones, de Ishiguro, Patria, de Aramburu) y El agua y los sueños, de Gastón Bachelard, Delirio, de Laura Restrepo; Expiación, de McEwan, Austerlitz, de Sebald, La descomposición, de Ronsino, Diario del Afuera/La vida exterior, de Annie Ernaux, La vida por escrito, de Irene Chickiar Bauer, Hablar solos, de Andrés Neuman, Los Cansados, de Michele Serra y obviamente: En Busca del Tiempo Perdido, de Marcel Proust, creo que con esos hay para disfrutar y aprender un buen rato. Seguro que me olvido de montones, pero bueno.