Mirtha Amores, Crimen en el Palacio Barolo, Factótum Ediciones
En realidad Pacífico no pensaba en todas estas historias porque era demasiado perezoso para esforzarse hasta en eso. Simplemente las dejaba en algún lugar y a veces, cuando no tenía nada que hacer como ahora, los recuerdos aparecían solos en su memoria. Perdido de sí mismo pero sin el menor interés por encontrarse, avanzaba así por Monserrat hasta que por fin en la cuadra siguiente vio la silueta del Palacio Barolo.
En la primera novela de Mirtha Amores se conjugan de manera inseparable los más eclécticos personajes: un comisario inspector de inquebrantable autoconfianza salvo ante los caniches blancos; un cuerpo que parece haber muerto a carcajadas; dos adolescentes con extraños poderes; una sabia profetisa del futuro; un psiquiatra que oficia de catalizador, su esposa infiel y su eficaz secretaria; un inepto detective privado; porteros de toda laya; un fantasma de reconocida tradición local; y un joven guía. Los une un protagonista no por silencioso menos elocuente: el dantesco Palacio Barolo construido atendiendo los arcanos de la Divina Comedia y cuyo Infierno se expande ominoso y secreto bajo tierra.
Los une también una trama impecable con profundo conocimiento del alma y de la mente humana, y una escritura que al fluir entre sorpresas y estremecimientos se disfruta hasta la última línea.