Asunto Impreso

La mejor banda del mundo, cuentas pendientes y una espina

Libros, series, películas y un montón de cosas de las que aferrarse en medio del desconcierto.

1. Animales, de Santiago Craig. Pongamos que para hablar de un cuentista no haya nada mejor que otro cuentista. O que me pasó que a medida que iba leyendo los cuentos que integran Animales (Factotum Ediciones, 2021), el último y fascinante libro de relatos de Santiago Craig, me venía a la cabeza a cada rato algo que rescata el escritor Hanif Kureishi en la introducción a la edición de los cuentos completos de John Cheever que tengo en mi casa.

Kureishi recuerda una entrevista que dio Cheever al Paris Review en la que asegura: “La ficción es experimentación, cuando deja de ser eso, deja de ser ficción. Uno nunca lanza una oración sin la sensación de que jamás fue puesta de esa manera antes y que tal vez la sustancia de esa oración no haya sido sentida nunca. Cada oración es una novedad”.

Pongamos, también, que para hablar de un novelista (Santiago Craig también es autor de la novela Castillos, de la que hablamos por acá), no haya nada mejor que otro novelista. Y vayamos al comienzo de Levels of Life, de Julian Barnes, del que ya hablamos por acá: “Juntás dos cosas que no se habían juntado antes. Y el mundo cambia. La gente quizá no lo advierta en el momento, pero no importa. El mundo ha cambiado, no obstante”. 

“Yo quería escribir acerca de algunas cuestiones básicas, elementales, humanas, que insisten en mí y que se le imponen a mi escritura como necesarias. Siempre, en lo que escribí, en lo que escribo, elijo un hueco, un agujero, algo que no sé, que no puedo manejar del todo. Necesito eso para ser sincero. Nunca escribo sabiendo absolutamente todo lo que quiero decir. Del mismo modo en el que nunca hago nada sabiendo absolutamente qué estoy haciendo. Y, en este caso, muchos de esos agujeros, de esos espacios que sirven para sacar al cuento de una certeza artificial que no me representaría, son esos animales”, dijo el escritor hace poquito en una entrevista con la agencia Télam.

Como él mismo dice, los relatos de su nuevo libro esta vez tienen a animales muy diversos, a veces como protagonistas, a veces un poco al costado, pero siempre en el horizonte desde ese agujero incierto que menciona, y que en cada historia trae algo fantástico, pero también muy cotidiano.

Entonces, una vez más, y con una prosa llena de escenas potentes, de descripciones que combinan elementos de todos los días con la magia de lo epifánico, Craig produce un efecto único en cada cuento, la sensación hermosa de que se está ante un terreno nuevo, único para cada lector, cercano y extraño a la vez: el material volátil del que están hechos los sueños. Esa satisfacción de la que habla Cheever de recorrer una oración que nunca fue puesta de esa manera; de ser testigos, como dice Barnes, de la unión de cosas que nunca antes se habían juntado y que cambian el mundo para siempre.

Animales, de Santiago Craig, acaba de salir por Factotum Ediciones.

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