Asunto Impreso

Alejandra Laurencich nos lleva a un laberinto sin salida

“Hay un lazo que une a esos dos y es poderoso e inquebrantable, así lo siente el círculo de hombres que los rodean de uno y otro lado, así lo siente ella también” - Alejandra Laurencich

 

¿Puede el amor transformarse en una obsesión incurable? ¿Puede la voluntad separar aquello que la pasión une?

Con la primavera llega la luz de la tarde, la tibieza del aire, el florecimiento...y El imperfecto laberinto del amor. La nueva novela de Alejandra Laurencich retorna a los inolvidables y magnéticos personajes de Vete de mí, libro de culto que disparó la carrera de su autora. Luis Stapleton, Mariana y Black vuelven a encontrarse en esta historia de amor salpicada de excesos, pasiones incontenibles, y una intriga creciente que involucra al poder empresario y los medios.
 
Luis y Mariana se ubican en los dos extremos de este laberinto, distanciados por el desgarro y el dolor que su propio amor les genera. Luis, caprichoso, rico, enfant terrible de belleza lánguida e irresistible, vive pasado de drogas penando la pérdida de Mariana. Ella, mientras tanto, regresa a Buenos Aires desde las sierras cordobesas, donde se recluyó para intentar olvidar a Luis y reconciliarse con su marido, atraída por inquietantes noticias. Este punto de partida desatará una serie de eventos inesperados, cada vez más complejos, que los alejará y los acercará, siempre con la sensación acechante de que la tragedia, irremediable pero también deseada, es el desenlace inevitable de su amor.
 
Nacida en las mismas sesiones de escritura que dieron vida a Vete de mí, este nuevo libro no es tanto una continuación como una ampliación del universo de sus personajes, una bifurcación del laberinto que su pasión tortuosa reimagina. Ambientada en los años 90, El imperfecto laberinto del amor refleja las realidades y sensibilidades de una generación perdida en su individualidad. Los personajes de Laurencich viven en el presente del llamado telefónico, enfrentados al mandato familiar y a sus propios demonios. Solo la amistad parece redimirlos, y el erotismo incontrolable del deseo súbito. Utilizando un ritmo cinematográfico y mediante escenas tan precisas como apasionadas, las elipsis y omisiones van desencadenando una trama que se juega entre lo dicho y lo no dicho.

“Laurencich explora, con una precisión obsesiva, los agujeros negros del amor, esa zona ominosa y un tanto inaccesible. Esta exploración además es generacional; escarba en el escepticismo político que mina lo íntimo y oxida las certezas depositadas en la naturaleza del amor” - Silvina Friera

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